martes, 10 de diciembre de 2013

VIAJE A CHAMPAGNE - DOM PERIGNON

 
Fotos de J. Javier Martínez 

Nos recibe una azafata de la Maison Möet & Chandon, cuyo nombre, lamentablemente, soy incapaz de recordar ya que no me quiso dar su tarjeta de visita. Hay que decir que su atención fue correcta aunque bastante "seca" y algunos de los sumilleres que me acompañaban, le pusieron un simpático mote: “Fräulein Burburras”... Antes de continuar, debo agradecer desde aquí a esta señorita, que tuviera la amabilidad de esperarnos ya que, debido a un pequeño error de nuestro chofer, llegamos con un pelin de retraso a la cita.

La Maison Moët & Chandon es propietaria de la marca, así como de la Abadia. Dom Pierre Pérignon (el monje benedictino) nació y murió en el mismo año que el Rey Luis XIV (1638-1715). Cuentan la leyenda que cuando Dom Pérignon abrió la primera botella de lo que hoy conocemos como champagne, exclamó: “Este es el elixir de las estrellas”. La corte del Rey Sol, y muy especialmente Madame de Pompadour, fueron quienes hicieron famosos los vinos producidos en la abadía de Hautvillers, hasta el punto de que una botella procedente de allí se vendía cuatro veces más cara que el resto de vinos de Champagne.

En cuanto al champagne, decir que Dom Pérignon es un vino siempre “millésimé” que solo se elabora aquellos años en los que la cosecha ha sido de la mejor calidad. Sus etiquetas nos hablan de su crianza en rima: Vintage: siete años; Rosé: entre diez y 12 años; Oenothèque: 14 años y Oenothèque Rosé: 20 años.

Foto de Moët & Chamdon

Toda la producción de Dom Pérignon descansa en las “crayères” de Moët & Chandon, en Épernay, una de las más antiguas de Europa, en un laberinto subterráneo con más de 30 kilómetros de recorrido.

Foto de J. Javier Martinez

Ambas marcas pertenecen al grupo empresarial francés de productos de lujo LVMH (Louis Vuiton Moët Hennessy) que preside su fundador, Bernard Arnault desde que, en 1989, recién cumplidos los 39 años, se alza con la mayoría de las acciones del primer y más afamado grupo mundial de LUJO siendo hoy el segundo hombre más rico de Francia y el décimo del mundo según datos de Forbes.

La primera cosecha de la marca “Dom Pérignon” data de 1921 pero no fue puesta a la venta hasta el 4 de agosto de 1936, después de la Gran Depresión.

Las uvas utilizadas para su elaboración proceden de aproximadamente 1000 Ha de parcelas, algunas en propiedad y muchas arrendadas, que son recolectadas a mano, como no podía ser de otro modo, ya que la vendimia mecánica está prohibida en la Champagne.

Como casi todos los grandes vinos, se fermentan en acero inoxidable separando parcelas y variedades, lo que permite al panel de cata compuesto por una decena de enólogos del grupo, disponer de una amplia variedad de vinos de base a la hora de decidir el “coupaje”. Una vez embotellado con el licor de tiraje, el vino, tapado con corona roja, descansará apróximadamente ocho años en rima, antes de salir al mercado.

El degüelle se efectúa por congelación de unos 3 centímetros del cuello de la botella a -27º C., una vez puestas en punta, tras un removido manual que dura alrededor de siete semanas. Un buen removedor es capaz de mover 52.000 botellas al día.

A continuación se procede al dosaje que puede ser diferente según añadas. Para el año 2004 se añadieron 6 gr/L de azúcar, mientras que en el 2005, sólo fueron 5 gr/L.

En su gama Oenotèque, procedente de vinos y añadas excepcionales, se utiliza tapón de corcho con grapa en lugar de corona, descansando el vino en rima 12 años como mínimo, ya que se degüella sobre pedido y puede mantenerse sobre sus lías muchísimos más años.

En cuanto a la trazabilidad, esta se refleja en una plancha compuesta de tres datos: el superior informa, de forma encriptada, del coupaje y el pueblo origen; en la parte intermedia se indica la profundidad del pasillo y en la parte inferior, se indica el número de botellas total que existe en la rima. Para identificar el número de filas que contiene cada rima, en la parte superior se colocan botellas señalando cada una de las filas para, con poco esfuerzo, saber la profundidad total utilizada.

Los precios en el mercado europeo van desde 120 euros el Vintage más reciente, hasta tres veces más si se trata de una botella d’Oenothèque o d’ Oenothèque Rosé, que supera los 600 €. En el caso de Dom Pérignon Special Commande hay que solicitarlo directamente a la Maison y su precio no baja de 1.000 euros.

Foto de Marina Sanchez

Dentro de la constante búsqueda de la sofisticación, se ha encargado al polémico artista estadounidense Jeff Koons, antiguo corredor de bolsa de Wall Street, el diseño de una nueva imagen. “Dom Pérignon by Jeff Koons” prolonga el encuentro entre Dom Pérignon y Jeff Koons. Tras crear la Balloon Venus, Jeff Koons adaptó su creación para rediseñar los iconos de Dom Pérignon, su botella y el estuche regalo, inspirado por las formas y colores de su obra y que arranca con una edición especial del 2004. Jeff Koons es, entre otras cosas, autor de la portada del último disco de Lady Gaga.

Dom Pérignon by Jeff Koons

Aquí no fueron tan generosos, y sólo “degustamos” la añada que está actualmente en el mercado, servida por un discreto y profesional sumiller de la casa, en el salón contiguo a la tienda. Aunque, debido a la magnífica atención recibida en la Maison Ruinart, que pertenece al mismo grupo empresarial, no vamos a quejarnos en absoluto, al contrario, por mi parte, estoy muy agradecida a todos aquellos que han intervenido para que fuésemos recibidos en Dom Pérignon y muy especialmente a su distribuidor en Valencia, Javier Monedero (DICOVAL), así como a Maria José Grau, de Moët & Chandon-España.



DOM  PÉRIGNON  2004


53% de Pinot Noir y 47% de Chardonnay.
Dosaje: 6 gr/L.
Rima: once años.


Limpido y brillante, de color dorado y finísima burbuja. Corona persistente. Nariz elegante en la que aparecen aromas a flores blancas (acacia y espino blanco), hinojo y frutas blancas maduras (pera, manzana asada), ligeros toques especiados, recuerdos de bollería y frutos secos sobre un fondo algo ahumado. Amplio y voluptuoso en boca, esta añada sorprende por su elegancia y equilibrio. Final de boca largo de cítricos que le aportan frescura. Una excelente añada.


Próxima crónica : 

MAISON G. H. MUMM

1 comentario:

  1. Antes que todo, te quiero felicitar por compartir tus experiencias. Me han servido muchísimo para entender ciertas cosas. Soy de Chile y también soy Sommelier.
    Gracias, gracias.

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