Una vez tod@s a bordo, nos dirigimos al puerto fluvial de Rüdesheim para embarcar a bordo del yate EHRENFELS de la Cia Bingen-Rüdesheimer Fahrgastschiffahrt. Tenemos reservado, y esta era la SORPRESA de este viaje, un crucero por el Rhein hasta la ciudad de Sankt Goarshausen, a unos 30 Km de distancia que recorreremos en aproximadamente 1:30 y donde nos esperará nuestro chofer.
Alegremente nos vamos dispersando por el barco, cada uno según su antojo. Durante este recorrido pasaremos por distintos pequeños puertos fluviales salpicados aquí y allá de castillos y torres medievales en diferentes estados de conservación.
Continuamos avanzando y aparece, también a nuestra izquierda, el Castillo de Sooneck que se eleva en el saliente más pronunciado del bosque de Soonwald. Este es uno de los más bellos y probablemente el más caballeresco de cuantos encontraremos hoy. Data del s. XI. No muy lejos, casi a continuación se erige de forma majestuosa el Castillo de Heimburg que mandó construir en el año 1305 el arzobispo de Maguncia.
Un giro del río hacia la derecha y a lo alto aparece el Castillo de Gutenfels (1200) que domina la ciudad de Kaub y perteneció a los ministros Falkenstein-Münzenberg. Fue puesto de peaje.
Y así podríamos seguir contemplando dieciséis castillos más si pudiésemos prolongar nuestro crucero hasta la ciudad de Colonia, pero el “timming” y sobre todo el horario de nuestro vuelo de regreso nos lo impide, de modo que ponemos pie a tierra y nos despedimos del Rhein con el corazón henchido y la retina repleta de bellas imágenes que no olvidaremos fácilmente.
Una breve parada para el almuerzo, aprovechando que nos despedimos aquí de nuestro “GUÍA” y traductor principal, JAMES… Nico James a quién homenajeamos con un larguísimo aplauso. Doy fe de que se lo ha ganado con creces.
Gracias a la pericia y la profesionalidad de Joachim llegamos “on-time” al aeropuerto, embarcamos afortunadamente sin retrasos y llegamos a Valencia a la hora prevista, algo cansados, pero MUY FELICES.
Aquí acaba la crónica de este viaje-técnico primaveral.
Copia fidedigna del texto de Mª Angeles Novella acerca de

Hay vías fluviales míticas, El Magro, Danubio, Sena, Rin, por la belleza, leyenda o alguna otra cosa. El Danubio evoca acordes de violín y notas románticas, pero en ésta ocasión le tocó al Rin, que tampoco le va a la zaga, en eso y en la épica. Habría que recordar a Sigfrído que a la otra orilla, fuera del Imperio Romano, se hizo de notar.
Se dice del Rin que "discurre majestuoso, entre antiguas ciudades imperiales, viñedos y complejos industriales y a la vez, presta sus bondades y condiciones, moldea el paisaje".
El asunto, es que a las 9 y algo saltamos con el mismo jolgorio que los chiquillos al interior del barco ¡¡queeee pasada!!!, nos faltaba la "bolseta del bocata", porque la cámara , la de algunos, esa que sólo tiene un ojo como los copépodos y cuya lente tiene reflexión, refracción, interferencias y difracción de luz ante la materia , ¡bueno! que algunos llevábamos la máquina de las fotos y ya está, la cosa no era para menos, diligentes y dispuestos a captar lo que fuese, por si acaso.
Y nos adentramos en un lugar para soñar, ambiente húmedo, fresco, que no sinvergüenza, un airecillo que intentaba acariciar, alimentando el romanticismo y un gotineo intermitente, ligeramente molesto.
El personal se distribuyó, primero arriba...¡¡¡¡¡fuaaaa!!!! y después, tres abajo, poniendo al día lo que fuere, en primera planta unos a derecha, otros a izquierda , otros pocos al fondo, todos practicando la contemplación, que realmente merecía la pena. Los de las fotos, nos cobijamos a la intemperie, de vez en cuando, entrábamos para recoger algo de calentor y un poco de conversación.
Cuando miras un río, corre, nunca ves las mismas aguas, pero yo no sé que pasó, Fer lo explicó divinamente, con ejemplos, cómo los viñedos se ubican mirando el sur, luego están al norte¿¿¿¿¿?????, péro el barco hizo unos requiebros con media vuelta y parada, ciertas sinuosidades, que hicieron que el sur fuera difuso y el norte se confundiera, no se sabe si íbamos aguas abajo, o las aguas subían, lo cierto es que al final del viaje, por azar o buena programación coincidimos con el chofer de nuestro bus, donde habíamos quedado, para llevarnos a las "airlines".
El suave ondular del agua, era de tonos acerados combinados de un verde oscuro y serio, la gama del gris protagonizó la jornada, porque algunas le pusieron un velo al sol, aunque a veces, asomaba reticente y agradecimos el dorado ladera abajo y la chispa de contraste, con la sobriedad de castillos, más o menos grandes, más o menos ennegrecidos, trechos fortificados que iban salpicando con soberbia y atrevimiento los viñedos, que parecían iban a descolgarse, o entre alguna otra vegetación. Siguiendo el compás, de vez en cuando, aparecía un sarpullido multicolor de casas, con apacible encanto, la mayor de las veces en perfecta alineación, cercanas a la orilla del río, al abrigo del monte.
Con más tiempo hubiera sido genial hacer paradas en éstas atractivas estaciones, los de andar hubiéramos ido al castillo, los demás, algún sorbo placentero de cerveza, supongo yo, al ritmo del discurrir, que no es pensar, del Rin
De pronto alguien dijo: allí, allí y allí estaba Lore sobre la roca Ley, inmortalizada, que H. Heine en 1823 escribió:
DIE LORE LEY
El aire es frío en el crepúsculo y apacible en el fluir del Rhin
De la puesta de sol toma algunos brillos y da a la montaña una extraña visión………………………………………."
Os haré un resumen: resulta ser, que por un desamor, el equivalente a "compuesta pero sin novio", Lore quitose la vida en las aguas del Rin, tirándose desde la roca Ley y no sé cuantos rayos salieron destruyendo el castillo de su padre, cercano al lugar. Cuando permanecía en el agua, sus piernas se convertían, talmente, en aleta caudal, lo que se dio en llamar sirena, siendo protagonista por sus venganzas; me explico, cualquiera que se acercaba a su parcelita conseguía una cinta, un tanto barroca que decía: "tus amigos y familiares no te olvidan".
Un buen día, un muchacho de musculatura atrayente pero desecho, casi micronizado por el amor no correspondido, decidio imitar a Lore, ésta aviso a Neptuno que sacó al muchacho a la orilla devolviéndole la vida. Entonces Lore, un poco friolera, lo que yo llamo de termostato bajo, se marchó al Mediterráneo y al parecer volvió de la muerte. Ahora es ella, ¡la muy lagartona! Que con su brillo y astucia "los deja compuestOs y sin novia". ¡Ojo a los toscanos!….la seducción anda suelta. Alguna noche se desprende de sus posibles apariencias, sumergiéndose de nuevo en las aguas. ¡Vamos que vive como una reina!, aunque a los sensibles y amorosos, seguramente no nos gustaría.
Y se me ocurrió pensar ¿Quien era nuestra Loreley?...........Hagamos un repaso:
-"Su Señoría", por empaque y tronío podría ser, pero no vino de rubia y tiene a su caballero Vicent, de abrazos silenciosos.
-Juan y Paqui, éstos no hicieron ruido, ya lo hacia yo.
-Cristina y Carlos, sumidos en el recogimiento, él es serio y ella no lleva melena,eso sí, agradecida con la risa.
-Abdon, de chistes flojillos y su chica de novelesco nombre, Dª Inés, tampoco.
-Mel con sus ojazos, compartió trasiegos y alguna maduración con Begoña, que los oí, éstos .....no.
-Felix, con sutil toque de humor, muy zalamero, podría ser un candidato.
-Mª Dolores, hasta de viaje se hace la foto con el SH y algún O.
-Las de Requena, Pilar es graciosilla, buena narradora, Julia, casi queda en el anonimato, menos mal que os atendera cuando vengais a “mi ciudad”, son de fiar.
-Otra Pilar, con mucho Norte, pero lo perdió con los papeles de la legislación enológica alemana.
-Rosa, con su encanto se libra por pelillos, menuda la cogió con los aromas a “flor blanca” y la Crucifera Diplotaxis erucoides ¿también?.
-Fernando, sólo abandono a su chica por unos días, el curriculum no corresponde.
-¡Mira! queda Fer, que me pidió un pescado con camiseta, ya te vale.
-¡ Pobre Nuria!, no se enteró del fallo del relé de la dinamo del Meteosat.
-Alguien me dijo, que yo era la Loreley de secano, seguramente porque confundí un charco con el dichoso Spa, con tanta sequía y de aldea..........yo que sé.
-Creo que nuestra Lore fue Mary, la LLusar, que con algún desquite de ropa se le pego más de una pupila, con melena rubia y a diferencia de la del Rin, la sonoridad de su risa llega hasta la más recóndita neurona y eso sienta bien.
-¡Ah! Y nuestro caballero...., a diferencia también, fue cumplidor en horarios y faena, pero embaucadooor, cautivó hasta los asientos, él es James.....Nico James.
Si alguien no está de acuerdo, al bajar del barco, de nuevo como chiquillos por la feliz excursión y seguramente como advertencia cautelar, su Señoría me dijo: en éste viaje (el de los cuatro días), no se admiten reclamaciones y con una mirada, el veredicto fue consensuado con Fer, que por la parte que le toca, su sonrisa adquirió dimensiones extraordinarias.
¿Queda claro?
Küsse und umarmungen. Mª Angeles Novella